Los desafíos de la construcción sustentable en Chile

En sintonía con la tendencia mundial por impulsar edificaciones más eficientes y  amigables con el medio ambiente, desde hace varios años que en Chile se están realizando importantes esfuerzos para incentivar el mercado nacional de las construcciones sustentables.

De acuerdo a datos obtenidos por Portal Inmobiliario, existe un aumento desde un 7% el 2007 a un 12.3% al año 2014 de la cantidad de publicaciones que declaran contar con atributos de sustentabilidad y eficiencia energética como parte de la descripción de su oferta. Sin embargo, aún existe una baja percepción y valorización de los beneficios de este tipo de construcciones por parte de los compradores, lo que ha impedido la expansión de este mercado.

BENEFICIOS

Además de ser más respetuosos con el medio ambiente y el entorno donde se ubican, este tipo de edificaciones ofrecen variados beneficios tanto para los propietarios y usuarios, como para las empresas, constructoras e inmobiliarias:

Menores costos de operación. Los edificios sustentables han demostrado que ahorran dinero a sus propietarios y usuarios a través de consumos reducidos de energía y agua, así como menores costos de mantención y operación a largo plazo. Esto se traduce en cerca de un 30% de reducción en consumo de energía, y aproximadamente un 40% de disminución en consumo de agua.

Productividad laboral y salud. La buena calidad del ambiente interior producto de la incorporación de atributos de diseño sustentable en edificios, puede mejorar la salud y bienestar de los trabajadores y ocupantes, llegando hasta a un 25% de aumento de productividad. Esto resulta en beneficios básicos para las empresas, considerando que en promedio los costos asociados a salarios de los trabajadores alcanzan cerca del 90% de los costos de operación, por lo tanto las mejoras en productividad y reducción de licencias médicas resultan muy valiosas.

Bajos o nulos costos adicionales en diseño y construcción. Los costos pueden ser similares a los de un edificio tradicional, en especial cuando las estrategias de sustentabilidad de un proyecto se integran en el proceso de desarrollo desde el principio.

Mayor valor como activo. Existen cifras rescatadas de la experiencia internacional que ponen en evidencia que los atributos de sustentabilidad aportan valor al activo inmobiliario:  el valor de un departamento que incorpora atributos de sustentabilidad puede incrementarse hasta en un 30%; mientras que el  valor de arriendo puede aumentar hasta un 17% en el caso de edificaciones comerciales, los que además mejoran hasta en un 21,3% sus tasas de ocupación.

BARRERAS

A pesar de los evidentes beneficios de las construcciones sustentables, aún sigue siendo un mercado incipiente en donde existe dispersión de la información relativa al tema, además de una escasa comunicación interdisciplinaria y transversal entre los actores involucrados (mandantes, inmobiliaria, constructora, arquitectos, especialistas, etc.), lo que ha impedido un mayor interés y valoración por parte de potenciales clientes.

La fragmentación del proceso de obra y la falta de un diseño integral de  los proyectos, sumada a la ausencia de capital humano especializado, la escasa investigación aplicada y al bajo nivel de industrialización por parte de proveedores, se han presentado como los principales obstáculos para el despegue de este mercado.

Desde la industria alegan que no existen incentivos financieros ni subsidios para pequeños proveedores, fabricantes ni para desarrolladores que deseen invertir en este tipo de proyectos. Para esto se debe trabajar en conjunto con entidades bancarias en la búsqueda de un modelo que permita fomentar la inversión.

Así y todo parece inevitable que el rumbo que debe tomar el sector de la construcción apunta hacia la sustentabilidad y la eficiencia. Así lo demuestra el crecimiento en el número de certificaciones LEED (Leadership in Energy & Environmental Design) del Green Building Council y el impulso de otras certificaciones como la CES (Certificación de edificio sustentable) liderado por el Instituto de la Construcción y otras como la CEV (Calificación energética de viviendas) impulsada por el MINVU; además de una serie de normas, iniciativas y proyectos a nivel nacional para potenciar esta industria.

 

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