Invertir en eficiencia energética

El 85% de las viviendas existentes no cumple con ninguna norma de aislación térmica.

Las ciudades del centro y sur de Chile sufren graves problemas de contaminación ambiental debido al alto consumo de leña para calefacción. Esto se debe principalmente a la mala calidad térmica de las viviendas, las que independientemente del recurso energético que se utilice, necesitan cantidades excesivas de energía para lograr una temperatura de confort.

Estudios realizados por profesionales especializados muestran que los programas enfocados en mejorar la calidad y eficiencia de las estufas y la leña han tenido un efecto limitado en disminuir la contaminación, ya que dependen en gran medida de las prácticas del usuario (cierre del tiraje de los calefactores, almacenamiento desprolijo de la leña, etc.).

Mejorar la aislación de la vivienda es la mejor estrategia para reducir las emisiones de material particulado y maximizar beneficios sociales, ya que permite reducir el consumo de leña. Esta medida ha sido implementada a través de subsidios para el mejoramiento térmico de viviendas, los que desafortunadamente benefician sólo a familias de bajos ingresos.

Avanzar en esta dirección es urgente, ya que el 85% de las viviendas existentes no cumple con ninguna norma de aislación térmica.

Hoy, la eficiencia energética no es una prioridad para las familias chilenas, y no existen incentivos para cambiar esta situación.

Algunas de las barreras que no han permitido avanzar ámbito ha sido la falta de información técnica sobre cómo ejecutar las mejoras y la falta de conocimiento sobre los beneficios que se pueden obtener.

En Chile se han desarrollado soluciones técnicas para hacer más eficientes las viviendas, pero aún falta definir modelos de financiamiento y estrategias de implementación para que estas soluciones se puedan ejecutar a gran escala. Entre los instrumentos que se podría implementar se cuentan franquicias tributarias, créditos blandos, subvenciones directas, hipotecas verdes, entre otros. Los instrumentos deben ser diseñados considerando niveles de inversión, complejidad de implementación y retorno de la inversión, ya que este es un factor clave para la toma de decisión de los hogares.

Fuente: Diario Austral Valdivia

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