La experta en eficiencia energética habla acerca de la importancia del uso correcto de este combustible, y de la necesidad de mejorar la aislacionista térmica de las viviendas, para así disminuir su consumo.
Alejandra Schueftan (40) es nacida y criada en Santiago, pero hace 15 años optó por Valdivia como su hogar y, desde entonces, se ha convertido en una sureña más. Arquitecto de profesión, y doctora en Ciencias Forestales, ha desarrollado una carrera enfocada en el uso eficiente de cobutibles en las viviendas en el sur, lo que la tiene hoy como investigadora del Instituto Forestal (del Ministerio de Agricultura), y presidenta de la Comisión Eficiencia Energética Zona Austral de la Cámara Chilena de la Construcción.
Esta especialidad en la que se desarrolla, fue razón para que a comienzos de agosto viniera a Puerto Montt a un seminario organizado por la Cámara Chilena de la Construcción Delegación Puerto Montt sobre descontaminación atmosférica, ocasión en que Casa Etc. aprovechó para analizar uno de los grandes desafíos que tienen las ciudades del sur de Chile.
¿Cómo era la contaminación hace 15 años en el sur, y cómo es hoy día?
Creo que siempre ha sido un tema relevante y grave en el sur. Lo que pasa es que antes no se sabía porque no había un monitoreo. Hoy día que tenemos monitoreo y tenemos datos, sabemos que estamos en peores condiciones que Santiago. La diferencia es que antes no se sabía y por eso no se había aplicado ninguna política o programa de mejora. Pero creo que es un problema que ha existido siempre.
Entonces siempre hemos vivido en un aire de contaminación, y solo recién hemos empezado a tomar conciencia.
Exactamente. Creo que de todas formas ha empeorado, en la medida en que ha habido una mayor cantidad de construcciones, y esto obviamente con mayor densidad poblacional en la ciudades, aumenta el problema. Pero sí, creo que era igual de problemático que lo que es ahora.
Por lo que se puede entender, el consumo de la leña es el principal factor de contaminación.
No, yo con eso no estoy de acuerdo (ríe). Yo creo que la gran responsable es la alta demanda de energía por parte de nuestras construcciones. El problema de la leña es que, utilizada de mala forma o en grandes cantidades, emite contaminantes que son nocivos para la salud, pero si nuestras viviendas consumieran o demandaran un 80%menos de energía, no tendríamos el problema. Y con nuestros combustibles tenemos otros problemas. Tenemos el tema de los precios y que la gente no tiene acceso a la cantidad de combustible necesaria para calefaccionarse, por lo tanto, pasa frío. Entonces hay otros problemas, además de la contaminación, asociados al alto consumo de energía de las viviendas.
¿Entonces no hay que estigmatizar a la leña?
No. Yo creo que cualquier combustible puede ser usado de forma sustentable, si es que las construcciones funcionan de la forma que corresponde y tienen un baja demanda de energía, y tienen un estándar de confort recomendable.
¿Cómo se puede reducir la demanda?
Se puede reducir mejorando la aislacionista y la hermeticidad de la vivienda, y teniendo un sistema de ventilación controlados. Se pueden llegar a tener viviendas nuevas que no necesitan energía para calefacción, pero hay distintos niveles de eficiencia dependiendo de la inversión y dependiendo del tipo de proyecto y las mejoras que se pueden hacer.
En nuestra zona, el 95% de las viviendas usa leña, que se explica por su costo y acceso. ¿Cómo compatibilizar el uso de este combustible que tiene una importante ventaja económica, con reducir la demanda y la contaminación atmosférica?
Si reduces mucho la demanda, aunque uses leña, no vas a tener problema de contaminación atmosférica, por un lado, pero además te permite implementar otras tecnologías eficientes, que también puede ser en base a biomasa u otros combustibles, como centrales distritales, o utilizar otros combustibles derivados de la biomasa como los pellets, que hoy día son complejos porque tienen un costo mayor, pero que en construcciones eficientes son totalmente factibles de utilizar.
¿Cómo se puede lograr este cambio, pensando que para muchas personas los costos son prohibitivos?
Pero con una casa que demanda menos ya no tienes ese costo prohibitivo. Aunque el combustible sea un poco más caro, si ese combustible es más eficiente y te va a generar poder calorífico, podrías perfectamente asumir un costo mayor si tu demanda de energía no es tan alta. Lo mismo en sistemas distritales, en que finalmente tienes una sola fuente de emisión, que es una caldera comunitaria para muchas viviendas. Además puedes usar combustibles más eficientes como el pellet en viviendas que demandan poca energía.
¿De quién es esta tarea?
Es una tarea público-privada. La mayor barrera que existe hoy día es la falta de coordinación, tanto entre organismos públicos como entre los sectores públicos y privados. Yo creo que todos tienen que aportar en el tema, desde los usuarios hasta la capacitación de los técnicos, los constructores y los arquitectos, las regulaciones que aplican los servicios públicos, el adecuado foco de las políticas. Y acá en la CChC lo que estamos trabajando es la articulación público-privada en el trabajo conjunto, para poder aportar soluciones al problema, desde el punto de vista de la construcción, de los sistemas de calefacción, de mejorar los combustibles. Este es un problema multidimensional. Hay varias tecnologías que influyen en el tema, pero también tiene varios efectos ambientales, económicos, sociales, que también hay que considerar cuando se evalúan estas mejoras. Entonces la coordinación de los distintos sectores yo creo que es lo más difícil, y es lo que se está trabajando en este momento. A nivel de Cámara (de la Construcción) es lo que hemos priorizado.
Dentro de las estrategias para combatir la contaminación, la mejor a largo plazo sería la aislacionista térmica. ¿Por qué?
Porque la aislacionista térmica te reduce el consumo. Yo no digo que las otras estrategias no sean importantes, son todas complementarias, pero sistemas de calefacción más eficientes te permiten tener mejores combustibles, y no depende tanto del usuarios, como otras estrategias como el cambio de estufas. En el caso de mejorar la casa, va a funcionar, independiente de si el usuario está o no capacitado, aunque sí hay un componente de capacitación, sobre todo en temas de ventilación, que se debe hacer. Pero es más fácil generar una reducción de consumo, entonces no solo disminuyes emisiones, sino que bajas el gasto de la familia y mejoras las condiciones de confort, problemas de humedad. Todos los problemas con una sola estrategia.
El usuario final, que todos los días pone leña a la combustión, ¿qué acciones puede hacer para disminuir la contaminación y mejorar la eficiencia?
Hay varias cosas. Utilizar de forma adecuada la vivienda y tener la mayor cantidad de aislantes y sellos, que pueda comprar leña de buena calidad, usar de forma adecuada la estufa, con el tema del tiraje, por ejemplo. Con el tiraje abierto de contamina mucho menos que con el tiraje cerrado. Yo creo que un poco informarse en todos los aspectos. Tratar de implementar, no tanto como tecnologías, pero mejoras que no solo ayuden a mejorar la contaminación, sino que reduzcan tu gasto y te mejoren tus condiciones de habitabiliadad.
También hay un tema cultural, de calor de hogar sureño asociado a la leña.¿Tiene que perderse eso si queremos mejorar los problemas de contaminación que tenemos?
No, yo creo que la leña se puede usar de forma sustentable. Hay que regular el mercado de la leña, hay que mejorar los sistemas de calefacción, hay que mejorar la eficiencia de las viviendas. En otros países se usa, no creo que la solución sea prohibirla. Yo creo que es un combustible perfectamente utilizable, pero en su justa medida.
Publicado en Diario El Llanquihue, Puerto Montt. Por Nicolás Binder Igor