Proyecto piloto busca ayudar a descontaminar la capital de Los Ríos. Los aparatos cuentan con una cámara térmica, que mide la diferencia en la temperatura, y que puede detectar si una casa tiene pérdida de calor.
Publicado en El Mercurio
“En muchas casas la gente no sabe por dónde se les escapa el calor y al final eso les trae dos problemas: gastan más en calefacción y generan más contaminación”, dice Roberto Paredes, presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Valdivia.
Esta ciudad cuenta con un plan de descontaminación desde el año pasado: en este caso, los estudios del Ministerio del Medio Ambiente determinaron que la capital de LosRíos tiene episodios de mala calidad del aire producidos, principalmente, por la mala combustión de leña.
Por ello, el programa contempla el recambio 26 mil estufas, y la entrega de 18 mil subsidios para aislación térmica.
Pero priorizar dónde están las viviendas que más necesitan aislacionista es difícil, porque hasta ahora no hay cómo efectuar un perfil térmico de las casas.
De ahí la importancia de un proyecto piloto que busca medir el calor que escapa de los hogares mediante el uso de drones dotados con cámaras térmicas.
La idea es utilizar drones integrados con sensores que capturarán imágenes termográficas de los techos de las viviendas para medir las diferencias de temperaturas.
Se trata de la primera vez que se usará un don para obtener este tipo de información. Hasta ahora, habían sido pasados para otras tareas, como fiscalizar las fuentes de humo visibles.
La iniciativa tendrá una duración de 24 meses, en los que se harán vuelos de prueba y se diseñará la metodología de análisis. Luego de la captura de imágenes, se evaluará el desempeño energético, que quedará plasmado en una ficha. Todo esto estará disponible en una plataforma web de libre acceso.
Alejandra Schueftan, investigadora responsable, señala que una casa con un techo azul significará que la aislación térmica funciona, pero si la imagen cambia a tintes rojos implicará que la vivienda pierde calor.
Explica además que “después de esto un software analizará el calor y entregará una ficha parecida a la de los electrodomésticos que miden el desempeño energético, pero que en este caso medirá el nivel de pérdida de calor”.
“Creemos que más que enfocarse en cambiar los sistemas de calefacción o en cambiar combustible, el gran avance es mejorar la casa y reducir el consumo de leña, porque no sólo bajas la contaminación sino que disminuyes el gasto, porque tienes mejores temperaturas interiores y menor humedad”, agrega la especialista.
El proyecto, que desarrolla el Instituto Forestal , contó con financiamiento del Gobierno y la Cámara de la Construcción.
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